Las fiestas carnestolendas que se celebran en el caso del Perú, en muchos lugares campestres o citadinos, adquieren características propias en cada región o espacio geográfico en que se desarrollan, consubstanciándose con el tradicionalismo local, la cosmogènesis, las apetencias, modismos y costumbres locales.
Sin duda alguna, uno de los factores más importantes para determinar las diferenciaciones que se hallen, entre otros, es el aspecto étnico.
Las diversas etnias, sus conglomerados y/o derivados sincréticos, determinan finalmente la especificidad de las costumbres festivas locales, dentro de las cuales se halla el hecho cultural expresado en términos musicales, danzarios, culinarios, de vestimenta, de ritos, etc.
En el carnaval puneño, encontramos a una de las manifestaciones artísticas boyantes, depuradas y de una exquisitez singular que viene a ser la PANDILLA.
La pandilla como el resultado de un proceso de mestizaje a lo largo de los años en que se encontraron más de una raza en el altiplano kollavino, inicia su aparición en espacios citadinos. Luego encontramos, la intervención de las capas sociales en la manifestación del hecho artístico, se habla de que pobladores de las capas sociales mas bajas hayan sido los procesadores del hecho en mención. Yo me inclino por que fue la clase media urbana, que es la que más recursos en creatividad y propuestas ha demostrado a lo largo de la historia del desarrollo de muchas urbes.
LA PANDILLA, como manifestación artística integral es el fiel reflejo del modo de ser y sentir del puneño mestizo, (ya lo había expresado en esos términos el eminente coreógrafo Carlos Cornejo-Roselló), y no es solamente la danza por si sola, es el reflejo de todo un ordenamiento socio-costumbrista, (comida, vestimenta, lenguaje, modismos, música, coreografía, expresión corporal, técnica danzaria, etc)
Usualmente, el baile y la danza se han originado como una respuesta concomitante al estimulo rítmico-musical, eso es fácilmente deducible en el caso de la pandilla puneña como en tantos otros casos de expresión dancística.
Analicemos: en el aspecto rítmico del huayño pandillero, encontramos algunas características notorias y resaltantes, eso se refleja en la presencia de compases de amalgama, lo que le añade cierto grado de dificultad, sobre todo cuando se va a diseñar la melografía, al momento de expresar con exactitud los acentos correspondientes, ese detalle por ejemplo, le otorga singular belleza a nuestra huayño. Curiosamente además, los huayños que se definen como más pandilleros o mejor bailables, son aquellos de compás ternario.
* Nacido en Puno, con estudios en Educación Artística especialidad de Música, con amplia experiencia como instrumentista en Estudiantina puneña y en la formación de Coros escolares, Universitarios e Institucionales.
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